Un mar de niebla
Un señor no podía levantarse
porque sus ojos se quedaron blancos de nubes.
Él estaba perdido como en un mar de arenas.
Un médico chino le dijo:
vas a recuperarte y
le enseñó lo maravilloso de la vida:
a escuchar los sonidos de la naturaleza,
a oler las fragancias de un jardín,
a saborear el chocolate,
a recorrer el mundo con su mano suave…
Así, caminó hacía un destino,
su nuevo mundo: un mar de nieblas.
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