Un bebé crece
como el brote de una flor
en el vientre-jardín
de aquella mujer.
Unos
tibios meses lo acunan.
Una mañana, unas cosquillas anuncian la llegada.
¡Nació!
Una mujer de blanco lo
entregó a la madre,
quién lo
tomó en sus brazos , mullidos como una almohada.
El bebé quedó dormido.
Pasaron años,
ese hijo, hijo
de la vida
se hizo hombre
fuerte , de coraje, sensible …
Sueña entre sueños que le regala una rosa
a su querida
madre , en ese gesto le agradece la
vida.
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