miércoles, 10 de agosto de 2011

Por el camino del tiempo


Un bebé estaba en el vientre de su madre,
cuidado y tibio.
Nació una madrugada otoñal.
Era varón, su rostro rosado, en su cabecita asoman unos pirinchos negros.

La madre lo cuidó como un muñeco frágil.

El niño creció como un brote de hoja.
Aprendió rápido,
y se hizo un hombre.

Ese hombre se puso añejo.
Al tiempo,
por el camino del tiempo
se fue.

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